Lewis Molina, Laura Victoria
Perspectiva ecológica
La perspectiva ecológica en la psicología surge a mediados del siglo XX con lo realizado por Bronfenbrenner. Esta perspectiva tiene dos propósitos: uno de ellos se encuentra relacionado con la mirada particular sobre el comportamiento humano que reconoce diversos contextos que lo afectan, y el otro, está relacionado con el desarrollo de estrategias y herramientas para la intervención.
Para Bronfenbrenner es importante que la psicología se oriente más al contenido de lo que se percibe, se desea, se teme, etc., que a los procesos tradicionales. Para él, la psicología debe ocuparse del desarrollo, es decir, debe estudiar los cambios asociados con la interacción en los diferentes sistemas que hay en la vida de los individuos.
En este orden de ideas, se entiende el desarrollo como un fenómeno que está en permanente transformación, el cual se da en un ambiente (ecológico) por medio del que las personas descubren, mantienen o modifican las propiedades de tal ambiente. El estudio del desarrollo comprende más específicamente el conjunto de procesos a través de los cuales se definen las propiedades de las personas y el ambiente, y la continuidad y discontinuidad de los cambios de las características biopsicosociales de las personas a lo largo del ciclo vital.
Ahora bien, el ambiente ecológico puede entenderse como la interacción entre distintos sistemas que se subsumen unos en otros. Estos se dividen en cinco: microsistema, que es el complejo de relaciones en el entorno inmediato de las personas; mesosistema, que es la continuidad entre microsistemas donde participan las personas; exosistema, que es donde ocurren situaciones que afectan indirectamente a las personas pero donde ellas no tienen relación directa; macrosistema, que son patrones generalizados que organizan y regulan la vida social; y cronosistema, que es la temporalidad organizacional de las diferentes actividades en cada uno de los sistemas.
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